Skip to content

​Sostenibilidad financiera durante COVID-19: La decisión del profesor Ernesto para ayudar a su comunidad

Por Azucena Serrano, Asistente Técnica en Sostenibilidad Financiera, Water For People en Honduras

English version here.


Sube unos 15 minutos más y a la vuelta, y ¡ahí es! Esa es  la dirección exacta para llegar a la aldea Las Casitas, si pregunta en el famoso desvío de Amapa.  

A dos meses desde el pronunciamiento de decretar cuarentena en el país debido a la pandemia global por COVID-19 y la emisión de las disposiciones1 por parte del Ente Regulador de los Servicios de Agua Potable y Saneamiento (ERSAPS) sobre la suspensión de cortes por falta de pago durante un periodo de tres meses y la suspensión temporal de ajustes tarifarios, cerca del 50% del municipio de San Antonio de Cortés no están cobrando la tarifa. 

Sin embargo, el resto de las comunidades de este municipio no pueden dejar de realizar el cobro, puesto que la prestación del servicio de agua se estaría viendo en problemas. 

Las Casitas es una comunidad de aproximadamente 900 personas, ubicada en el municipio de San Antonio de Cortés. Esta comunidad actualmente cuenta con un sistema de agua potable construido hace 17 años y se destaca en el municipio por el buen liderazgo en su administración. Siempre han tenido una tarifa que cubre el 100% de costos de operación y mantenimiento del sistema de agua y cualquier ingreso adicional que no lo requiera el sistema de manera inmediata lo han convertido en ahorro para su reemplazo.  

Si revisamos la historia que hace resaltar ese liderazgo en esta comunidad nos guiará hacia el muy conocido profesor Ernesto Amaya quien ha sido miembro directivo de la Junta Administradora de Agua Potable y Saneamiento (JAAPS) durante 13 años, siendo tesorero, secretario y ahora presidente. En su trayectoria con la JAAPS él nos cuenta como en el 2003 su comunidad se vio desavenida por una crisis causada por la falta de agua, lo cual los llevó a gestionar la construcción de su sistema actual.  

Apreciando un fuerte sentimiento de cuidado hacia el sistema, el profesor siempre está pensando en el cumplimiento de la ley y como poder responder a la necesidad social de su comunidad, especialmente los niños, a quienes los cataloga como un segmento de la población por el cual luchar para que tengan un servicio de agua segura siempre. 

Es por ello que atendiendo las disposiciones del ERSAPS, la JAAPS liderada por el profesor Ernesto Amaya, después de realizar un análisis y consultar a la Unidad Técnica Municipal de Agua y Saneamiento (UTMAS) y ERSAPS, decidieron aplicar el principio de solidaridad del régimen tarifario y no cobrar la tarifa por pago del servicio de agua mientras dure la cuarentena y las familias se vean limitadas a recibir ingresos.  

Profesor Ernesto Amaya, una persona muy dedicada a velar por la sostenibilidad de los servicios de agua y saneamiento
"Las perlas más hermosas las he visto salir del grifo de mi casa." – Ernesto Amaya, San Antonio de Cortés

Ahora nos preguntamos, si el cobro de la tarifa en las comunidades rurales es fundamental para sostener los sistemas: ¿cómo es que esta comunidad puede sostener su sistema sin cobrarla durante este periodo? 

La respuesta radica en que la comunidad de Las Casitas es parte del 26% de las comunidades del municipio2 que tienen una tarifa sostenible, que no solo cubren la operación y mantenimiento de los sistemas, sino que también están pensando en el futuro de su sistema, cuando éste cumpla su vida útil. 

La decisión no ha sido difícil, solo han tenido que priorizar y darse cuenta de que el ahorro para reemplazar su sistema puede usarse para ayudar las familias mediante la suspensión del pago en tiempos de emergencia. Esto solo se logra con sostenibilidad financiera

Water For People en asocio con las Oficinas Municipales de Agua y Saneamiento apoyan a los prestadores de servicio a realizar revisiones y ajustes, de ser necesario, de sus tarifas por servicio de agua. Para ello se usan herramientas financieras como AQueCosto, que buscan establecer un balance financiero entre los costos e ingresos asegurando una adecuada operación y mantenimiento de los sistemas como también el reemplazo, al menos parcial o hasta donde sea asequible, de estos en el futuro. 

Realizando estas acciones en el municipio de San Antonio de Cortes, se ha avanzado en los últimos 5 años, como se registra en el siguiente gráfico. 

La experiencia suscitada en este momento por parte de los prestadores de servicio está evidenciándonos aún más la necesidad de fortalecer a los prestadores de servicio en sostenibilidad financiera pensando siempre en el futuro y en emergencias como ésta. 

Además, debería llamar la atención a las autoridades municipales como titulares de los servicios de agua potable y saneamiento, que es de alta importancia asegurar la prestación de los servicios de agua, cuando éste es uno de los insumos principales para evitar la propagación de la pandemia.  

Considerando que actualmente el gobierno nacional y local está ayudando con alimentación valorada en Lps 5003 a las familias consideradas más pobres, lo que es el equivalente a casi ocho meses de pago de tarifa de agua. Si tomamos de referencia la tarifa promedio de San Antonio de Cortés, el agua debería ser agregada a la lista de productos de canasta básica más indispensables. De esta forma podrían subsidiar parcialmente a las JAAPS para mantener los niveles de servicios en tiempo de crisis. 

El modelo de sostenibilidad financiera es funcional en todos los niveles si las decisiones tomadas desde el inicio volverán fáciles las que se requieran tomar durante una crisis, asegurando así el bienestar de la población. 

Share this post with your networks
EN