Por Cesar López, Oficial de Saneamiento Sostenible, Agua para la gente Guatemala
versión inglesa aquí.
El microcrédito en las economías emergentes es canalizado tradicionalmente para el sector comercial, manufactura y servicios, dirigido para segmentos de población no bancarizados. En la última década ha cobrado auge iniciativas de financiamiento destinados a tener un impacto más allá del tema comercial, denominados financiamientos verdes.
Bajo esta premisa, las instituciones microfinancieras (IMF) de América Latina, y específicamente en Guatemala, han mostrado mayor apertura a iniciativas de financiamiento no tradicionales, incluyendo la vivienda popular, paneles solares, estufas ahorradoras de leña y agricultura sostenible. También estamos comenzando a ver las primeras luces de financiar una pequeña escala soluciones para agua y saneamiento descentralizado para familias sin acceso a soluciones dignas e higiénicas para el hogar.
Dando los primeros pasos
En noviembre del año 2020 Water For People en Guatemala abrió un convenio de cooperación con la IMF Fundación de Asesoría a la Pequeña Empresa (FAPE), en un distrito diferente a los de donde implementamos el modelo de Cobertura Total Para Siempre, para financiar de manera integral soluciones para la mejora e instalación de unidades higiénicas y dignas a nivel de hogares. Esto incluye la construcción y remodelación de baños, áreas anexas como la pila, ducha, compra de derecho de agua y perforación de pozos de agua.
El modelo busca mostrar al sector microfinanciero el nicho de mercado no atendido y el financiamiento con impacto, contribuyendo directamente con el alcance del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6. Esta es una ventana de oportunidad para la IMF de ofrecer un producto diferenciado y abordar la problematica de agua y saneamiento desde una perspectiva de mercado.
¿Por qué agua y saneamiento?
El promedio de cobertura a nivel de país en saneamiento en las zonas rurales es bajo en comparación con las zonas urbanas. Según el censo de población el 46% de la población guatemalteca vive en zona rural1 y solo el 55% de la población tiene acceso al alcantarillado urbano. Esto representa que el 45% de la población total tiene problemas con el acceso a un saneamiento digno,2 evidenciando la problemática no atendida. Las necesidades de agua y saneamiento, como derecho humano, están estrechamente relacionadas: a falta de uno, escasez en otro; abordar uno, solo resuelve una parte del problema.
Para la IMF, es más atractivo ofrecer soluciones integrales por temas de rentabilidad y mayor oferta de servicios. Para los usuarios, contar con una opción de financiamiento para una necesidad básica representa una oportunidad de inclusión financiera y de mejora de calidad de vida para la familia al descargar tiempo en la búsqueda de agua o un lugar adecuado para realizar las necesidades básicas. La verificacion en el lugar de los financiamientos otorgados por el IMF evidencia la problemática del sector en las zonas atendidas.
Nº de créditos (4 meses) | Monto total | Promedio |
45 | $ 21,230 | $471 |
De 45 financiamientos otorgados de noviembre de 2020 a marzo de 2021, el muestreo realizado con los usuarios evidencia el uso del crédito para construir baños, remodelación y conexión a drenaje; en otros casos, lo usaron para la perforación de pozos para agua, influenciado por la escases permanente del agua en los sistemas por gravedad debido a la tala indiscriminada de los bosques en donde provienen las fuentes de agua y la poca o nula gestión de un plan de gestión integral de recursos hídricos de las autoridades competentes.
¿Puede ser esto, una alternativa para escalar agua y saneamiento con un enfoque de mercado?
Escalar las iniciativas de agua, saneamiento e higiene representa un reto por la poca priorización de los gobiernos al sector. Por fin, el involucramiento del sector privado es un mecanismo alternativo y con ingredientes de sostenibilidad en cuanto al acceso y cobertura. No es subsidiado como tradicionalmente se ha abordado el tema. Al ser una alternativa de financiamiento, el usuario resuelve su problema por sus propios medios, garantizando la continuidad del servicio a nivel domiciliar y siendo este un activo intangible que debe cuidar.
La IMF puede ser la ventana de oportunidad para el sector microfinanciero en incursionar en el sector de agua y saneamiento en otras regiones del país y replicar las mejores prácticas mediante distintos canales de atención y medios de promoción para ofrecer soluciones integrales para las familias más necesitadas de las zonas rurales del país.