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El Programa del Desafío Rulindo: Una Reflexión Personal sobre el Viaje para Llevar Agua a Todos 

Por Eugene Dusingizumuremyi, Gerente del Programa, Water For People Ruanda 

versión inglesa aquí.


Mientras crecía en las tierras rurales y secas del este de Ruanda, mi familia siempre tuvo dificultades para acceder al agua potable. Todas las mañanas, me levantaba sobre las cinco de la mañana y caminaba tres kilómetros en busca de agua. A medida que crecía, imaginaba un mundo en el que el acceso al agua fuera sencillo. Siempre me preguntaba: ¿Cómo sería levantarse y buscar agua limpia en casa o en el barrio? Soñaba con esa vida y resolví que, cuando creciera, me esforzaría por ayudar a la gente a acceder al agua. Después de la secundaria, mi sueño era ser un ingeniero dedicado a resolver los problemas del agua.  

Avanzando rápidamente hasta mediados de la década de 2000, completé mis estudios de ingeniería y comencé mi carrera de ingeniero como profesor universitario. En 2010, me incorporé al Ministerio de Infraestructuras de Ruanda (MININFRA, por sus siglas en inglés), donde trabajé en la planificación y el monitoreo de proyectos de suministro de agua. Mi sueño de la infancia persistir, empujándome a involucrarme aún más. Dos años más tarde, incorporé Water For People en Ruanda y me encargaron la gestión de la implementación del Programa del Desafío Rulindo, un plan muy ambicioso para llevar agua a toda la población del Distrito de Rulindo. 

En mi primer viaje a Rulindo, un distrito de gran altitud en el que la mayoría de las comunidades viven en lo alto de las colinas, me enteré de que la gente tenía dificultades para acceder al agua. En ese viaje, conocí a una mujer llamada Marianne, madre de ocho niños, que me contó que viajaba hasta dos horas para conseguir agua de un arroyo que fluye cuesta abajo. Me contó que la mayoría de la gente de esta comunidad sólo podía permitirse ir a buscar uno o dos bidones de 20 litros de agua al día para una familia promedio de seis miembros.I Como la distancia era demasiado larga y la tarea demasiado fastidiosa, las familias aprendieron a utilizar menos agua, cuando incluso eso significó pasar días sin ducharse. Los niños faltaban a la escuela porque tenían que buscar agua, y la gente que no podía ir a buscar agua por sí misma tenía que pagar un suplemento.yo Las historias que Marianne compartió fueron desgarradoras y me recordaron los viajes que hacía cuando era un niño. 

Escuché atentamente las historias de cómo las madres, los padres y los niños se esforzaron. Perdían oportunidades simplemente porque no tenían agua. No dejes de pensar en cómo podrías encontrar soluciones. Sabía que no sería un trabajo fácil, pero tenía que intentarlo.  

Como antiguo profesor, tuve la idea de contratar a ingenieros graduados de mi antigua universidad para que ayudaran a diseñar sistemas de suministro de agua que garantizaran que todas las comunidades, escuelas y clínicas de salud tuvieran acceso a agua potable. La idea contó con el pleno apoyo de Water For People y sus socios, que vieron en ella una oportunidad para apoyar también a los jóvenes ingenieros para que crecieran en sus carreras y ayudaran a las comunidades necesitadas.  

Debido a la naturaleza montañosa del distrito de Rulindo – y de Ruanda en general – el agua tuvo que ser bombeada a las cimas de las colinas donde vive la mayoría de las comunidades. Esto requirió una gran inversión para construir sistemas de agua con estaciones de bombeo. El transporte de maquinaria pesada y equipos por un terreno accidentado ya menudo poco desarrollado no era facil. Tengo recuerdos vívidos de las muchas veces que tuvimos que reunir a miembros de la comunidad local para que nos ayuden a transportar el equipo por un terreno accidentado y resbaladizo. Ellos ataban este pesado equipo a los troncos de los árboles y llevaban la carga sobre sus hombros hasta el destino. Era un trabajo muy exigente, pero demostró su determinación y la necesidad de acercar el agua a las comunidades.   

La falta de asentamientos planificados fue la barrera más importante para llegar a Cobertura Total en Rulindo. En aquella época, la gente vivía de forma dispersa, a través de colinas y montañas. Era dificil llegar a todos los hogares. Cuando los socios trabajaron juntos para idear una solución, con la ayuda de la Autoridad Ruandesa de la Vivienda, el distrito se comprometió a desarrollar planos físicos de zonas residenciales donde la gente pudiera vivir de forma segura y más organizada.  

Después de disponer de los planos de los asentamientos físicos, descubrí que algunos de los asentamientos planificados no contaban con infraestructuras de agua y que otras comunidades que ya dispusieron de agua no eran asentamientos planificados. Tuve que volver a la mesa de dibujo para determinar cómo se pudo llegar mejor a esas zonas sin servicio o con poco servicio de agua potable. A partir de esas conclusiones, se construyó la infraestructura de agua que faltaba para garantizar que todos los asentamientos planificados de todo el distrito recibieran el servicio. 

Con mi pasión por el agua y la inspiración derivada de Marianne y sus vecinos, combinada con la determinación de todos los socios del Programa del Desafío Rulindo, el Distrito de Rulindo cumplió la cobertura universal de la infraestructura de suministro de agua en 2019. 

Hoy, al mirar hacia atrás y ver de dónde venimos y hacia dónde nos dirigimos, tengo muchas emociones. En primer lugar, me lleno de orgullo y felicidad haber tenido la oportunidad de trabajar en un proyecto que deja una huella indeleble en la vida de la población del Distrito de Rulindo y provoca un cambio positivo. En segundo lugar, siento que no hay retos que no se puedan superar. Llevar servicios de agua y saneamiento seguros y fiables a cada una de las 494 aldeas del distrito no fue una hazaña pequeña, y estoy orgulloso de que hayamos podido alcanzar los objetivos del Programa del Desafío Rulindo. Cada día, cuando voy a trabajar, me llevo la resiliencia, el apoyo y la colaboración de mis colegas de Water For People y de todos los socios. Es este nivel de colaboración y asociación el que llevó al Desafío Rulindo a una conclusión exitosa. Ahora inspira mi trabajo diario y mantiene viva mi determinación de garantizar que todo el mundo tenga acceso al agua potable. Estoy deseando afrontar mi próximo reto y seguir haciendo realidad el sueño de mi infancia para miles de personas en toda Ruanda y más allá. 

A woman in Rulindo wearing red with a mountainous background, carrying a water container.
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